REALIDAD MUNDIAL EN LO SOCIAL Y ECLESIAL, Roberto Oliveros S.J
INTRODUCCIÓN
Al hablar de la realidad humana, hablamos de la realidad divina: eso es el misterio de la encarnación. Mateo 25: “¿cuándo te vi, Señor?” La GS 22 del Concilio es clara: habla de los signos de los tiempos; hay una sola historia. La realidad es carne de Dios, porque “el Verbo se hizo carne”. La creación entera participa de esta encarnación: “es la hostia consagrada por la presencia del Espíritu” (Teillard de Chardin).
No estar atentos a los signos de los tiempos es no estar atentos a la voz de Dios, a la presencia del Espíritu.
Esta historia no es toda bonita -es trigo, sí- pero también está presente la cizaña. “Todos somos pecadores – Todas las religiones son iguales”: son absolutizaciones que nos esconden la realidad.
A. MARCO GLOBAL MUNDIAL-SOCIAL
1. “El imperio neoliberal goza en general de buena salud”
Estamos en una crisis sumamente grave desde en el 2008. Empresas simbólicas de EE.UU. de la General Motors quebró y el gobierno le dio 40,000 millones de dólares. Los países se reunieron para enfrentar de la crisis. “Es la oportunidad de buscar un mejor modo de organizar el mundo” (Chomsky). Se replanteó el papel de la ONU (Casaldáliga). No quisieron. Pusieron en terapia intensiva: mucho dinero, unas recomendaciones (no robar mucho)… para que salga adelante el imperio neoliberal. El imperio tiene sus bases en EE.UU.
- El neoliberalismo es el imperio del egoísmo. “No se puede servir a Dios y al dinero”. Se trata de acumular y no compartir: es la historia del joven rico del Evangelio. Los grandes benefactores son las grandes empresas internacionales: hacen obras sociales para ocultar el egoísmo.
- Esto se traduce en una brutal desigualdad social. Donde hay mucho capital hay más desigualdad social. El hombre más rico del mundo está en México: Carlos Slim de Porta (tiene el presupuesto de los 50 países más pobres!). Pasa lo mismo con las estrellas de futbol, las Misses universo (gastan 3 millones semanales)… y son devorados por el sistema: Ronaldo… Esta desigualdad crea exclusión: hay gente que ni entra en la desigualdad.
- Esto está organizado mundialmente. Si no entras en este sistema, no vale: te excluye. Y te invaden si te opones y resistes: Afganistán. Lula no pudo luchar contra el imperio.
- Otro efecto es la muerte. Hay en el mundo 1’100 millones de personas con hambre: están subalimentados. Los datos son aterradores y son datos oficiales. Son 30 millones de muertes al año por el hambre. Nunca hubo una guerra tan eficaz. Es una muerte silenciosa. Es el pecado más grande. El presidente de Estados unidos dice: “son exageración”. En Medellín los obispos dijeron que eso era el pecado más grande.
2. El cambio climático
En Copenhague, la reunión que buscaba resolver del problema, fracasó porque los más grandes contaminadores no quieren cambiar: EE.UU., China… Ese año en Siberia están a 40º de calor: es anormal. Las tempestades en Asia. Hay una naturaleza herida y se aumentan los efectos naturales.
Los lugares más afectados son los sectores pobres: “pagamos los desórdenes causados por los países industrializados” (Lula).
3. De la guerra fría a un mundo multipolar
Hasta el año 90 había 2 potencias que controlaban el mundo, oponiéndose para tener la hegemonía: USA-URSS. Cae el muro de Berlín, cae la URSS… Sigue siendo EE.UU. la 1ª potencia militar, pero los enanos crecen. La recuperación del imperio viene de la producción china, se gestan nuevas potencias: la Unión Europea es una, uniéndose los grandes empresarios de Europa, creando un banco único europeo con una moneda común: el euro. Otra potencia que se destaca es China que pasó a ser la 2ª potencia de mundo en producción de dinero, desplazando a Japón. China es una potencia militar, con bombas atómicas. EE.UU. sigue siendo además la 1ª potencia militar: por eso sus bases militares (700 en el mundo).
Pero viene UNASUR (Unión de las Naciones de Sur América), con Brasil a la cabeza, con Argentina, Paraguay, Chile, Ecuador, Uruguay… Por meterse contra los países árabe, Bush deja espacio (descuidado) a América Latina, a diferencia de Kissinger. Se fue el gato, y sacaron la cabeza los ratones”. Aparece Chávez. Aparece Lula. Aparece la unidad de América Latina, siendo el continente con más riquezas en el planeta. Brasil es la 7ª potencia mundial, con cultura. A notar que en la UNASUR no está EE.UU. La OEA (Organización de los Estados de América) es suplantada por UNASUR. Por eso el golpe disfrazado de EE.UU, a Honduras, para que no crezca más UNASUR, con el presidente Coyote… no Lobo que los países de derecha reconocen: Colombia, Perú… Este espacio dice que quiere un orden diferente del mundo. Pero UNASUR es políticamente débil. EE.UU. trabaja -con los poderes nacionales de derecha- para que regresen gobiernos de derecha: Chile, Brasil…
Hay persecución a Cuba que es comunista, pero no a China que es también comunista. China tiene las mayores inversión en África, más que Europa y EE.UU. Y son naciones que van a votar a favor de China en la ONU.
Otra potencia de la que poco se habla es la India. Por eso la unión Brasil, África del Sur, India… India es el centro mundial de comunicación y reparación de internet.
Veamos donde hay poder nuclear: EE.UU., Rusia, UE., China… contra el mundo árabe que manejan millones por el petróleo. El mundo árabe es un avispero disgustado por el apoyo de Israel, por la invasión de Iraq, Afganistán… en nombre de Dios. Están divididos políticamente: no han logrado unificarse: es su gran debilidad.
Pensamos “Chávez no me gusta, Evo tampoco,…” pero dónde está la alternativa. En la revolución mejicana, la Iglesia no apoyó, sino que siguió apoyando con sus escuelas a las clases acomodadas. En Venezuela, la Iglesia está polarizada contra Chávez… ¿qué es lo que más conviene para el país? Estamos lejos de la realidad del fin del siglo pasado. ¿Dónde está en el mundo América del Sur? Por eso las bases militares en Colombia: no vamos a dejar que nos escape América Latina. Méjico es muy importante para América Latina… No volveremos al 2000, El tipo de moneda latinoamericana está en el aire. AL está preñada: ¿va a nacer?
4. “La 3ª ola”
Hubo un 1º cambio en el siglo 19, un cambio tecnológico en el siglo 20. Ahora la 3ª ola es la de los medios de comunicación: quién domina la comunicación dominará el mundo. Están transformando el mundo. Prueba, - en el 2000, ¿quiénes tenían celular y computadora? –
Las mayores fortunas. Los medios de comunicación transforma el modo de transmitir el conocimiento. Bill Gates era la 1ª fortuna del mundo… Ahora es Carlos Slim de Porta, la telefonía celular para toda América Latina. Ellos manejan muchas otras empresas. Controlan muchas cosas: dan líneas.
El modo nuevo de conocer y transmitir conocimientos. En México, la gran empresa de comunicación saca el fantasma de chupa-cabras que se había comido 2 personas… y todo el mundo se puso a hablar del chupa-cabra… De ahí la importancia de la imagen. ¿Qué imagen van a transmitir de Chávez? Y Chávez, ¿qué capacidad va a tener para contrarrestar esta imagen y tener otra? Por eso lo acusan de manipular los medios de comunicación social… como si los dueños de los medios no la hicieran permanentemente. Uribe supo también muy bien utilizar los medios: es el “hombre de la paz”,… gracias a Santos. Ahora el celular se conecta con internet. Y no es de la clase media, sino de todas las clases sociales, incluidos los pobres. Todos estamos dentro de esta situación. “¿para qué hacer análisis en las CEBs? ya vi las informaciones”. Estamos en un mundo global intercomunicado… pero hay un interés: promover el neoliberalismo.
La distracción. ¿Para qué pensar? Está la novela, está el deporte. Distraer de pensar, de criticar, de actuar sobre su situación. Además la novela es un espacio de educación: cómo se viste, cómo se habla, cómo se piensa, cómo se actúa. Y las fotos que valen un millón de dólares… porque las van a vender en millones de cadenas de TV…. ¿cómo hacer presente el Reino? Recordar la pasión de Jesús por el mundo. ¿cómo apoyar los medios alternativos de información? En la Iglesia, los medios de comunicación son controlados por los integristas.
5. El tsunami migratorio de los pobres
Ecuador 13 millones de personas. Ahora 5 millones de migrantes. Hace 100 años los pobres de Europa vinieron a buscar el pan en América Latina. Los gobiernos no están solucionando los problemas de fondo: las desigualdades, el desempleo, la educación, sino de ¿dónde voy a sacar más plata? El muro de 1700 km al sur de EE.UU., ¿cuánto costó y cuesta?
Las economías de AL se mantienen por las remesas de los migrantes. ¿Cuántas familias sobreviven por las remesas? Las remesas vienen después del petróleo… sino hubiese hambruna muy fuerte; sería una muerte colectiva. Y los aspectos religiosos, culturales… No se logra frenar, porque no se va al fondo del problema.
¿Adónde va a ir todo esto? ¡nos queremos separar de la Unión! ¿Quiénes van a misa en Europa? los migrantes… a lo menos la 1ª generación. ¿Cuál es el futuro de un pobre en nuestros países? “Me la juego”. Y no sólo vienen de AL. Vienen de China. Se están moviendo los pobres de la tierra.
¿Por qué nadie se escandaliza de esta situación? porque no se la llama injusticia.
6. La violencia organizada
Tiene un eje muy fuerte en el narcotráfico… y la necesidad de tener armas… y se ponen a cobrar impuestos
La inseguridad. Y se dice - “Es un problema de Colombia”-… no, es una mafia muy poderosa en EE.UU. están en el lugar del consumo, del negocio. Y nos hacen creer que hay que controlar el lavado de dinero”. Medellín, “los hijos de la paz serán llamados hijos de Dios”. ¡Qué bonita la novela sobre la droga!: es el pan de cada día. Al tener mucho dinero, controlan los bancos, la construcción, la prostitución.
La delincuencia común es cada vez alta. En El Salvador muere más gente por la delincuencia que en la guerra civil anterior.
7. “Otro mundo es posible” yá
Es llamativo que cuando estaba en su auge el neoliberalismo, “hemos llegado al final de la historia, porque hemos llegado a la mejor sociedad”. Y vienen los Foros Sociales Mundiales: “Otro mundo es posible”… necesario y urgente. Pongamos en práctica otro mundo en 2001. Luego vinieron los Foro Continentales. Son semillas peligrosas porque proponen cambios de fondo, con pensamiento.
Luego se hicieron otros Foros Mundiales Ambientales (Cochabamba, Bolivia, 2010), Foros Teológicos… Hay un cambio estructural. Este mundo no rechaza a Dios. El neoliberalismo creó la 1ª y 2ª guerra mundial, la pobreza, la migración…
Dios no está ausente de la globalización. Actualmente en el Foro Continental en Paraguay, las Articulación Continental de las CEBs tiene su espacio. Y están rezando los Budista… En el Foro, Frey Betto invita a una oración y van 5000 jóvenes.
“Nunca más un México sin los Indígenas” gritaron los Zapatistas. Pero hay un acuerdo del gobierno con las empresas. Es sumamente grave la dependencia con EE.UU. la mano de obra mexicana es más baja que el costo de los robots en Japón. Los bancos nacionales se privatizaron, canales de TV igual. “El país que más progresa es el que más privatiza”… Mentira China, cuyo gobierno lo contrala todo, es el país que más progresa. México votó en contra de la invasión de EE.UU a Irak: Bush dice me la vas a pagar. Con la crisis el PIB bajó de 8%. Es el patio trasero de EE.UU
Conclusión: estos son desafíos que van a continuar.
B. MARCO GLOBAL MUNDIAL-ECLESIAL
1. El crecimiento musulmán
Antes sí, había musulmanes en nuestros países, pero de lava-platos. El petróleo relanzó el mundo musulmán. Pronto el mundo musulmán va a suplantar el mundo católico.
Es un mundo militante. “El mundo occidental cristiano está corrompido”… ¿cómo andan las mujeres europeas? con relación a las mujeres musulmanes. ¿cómo está la fidelidad conyugal en Europa? y la ley musulmana dice que hay los homosexuales que se casan… y la pederastia… ¿Cómo está la práctica de los derechos humanos? ¿Eso es civilización? En Europa son un grupo cada vez más importante.
Todos los Estados musulmanes son religiosos, confesionales. Los ciudadanos -los varones- rezan juntos 5 veces al día: todos. Un religioso católico no puede entrar en un país musulmán si no firma un papel donde dice que no va a tener expresión pública de su fe… Los musulmanes tienen una propuesta frente al mundo. En China, empiezan a tener más espacios.
El ecumenismo es una cosa nueva. Los encuentros entre religiones son cada vez más frecuentes.
2. La Iglesia católica
a). El concilio Vaticano 2º es un referente. Fue un gran cambio
“Fuera de la Iglesia hay salvación”, contrariamente a la creencia de la Iglesia de cristiandad, que se acaba con el Concilio.
La Iglesia es Pueblo de Dios: dejando de lado la forma piramidal de la Iglesia, que centraba el poder en la jerarquía; la preocupación por los pobres.
b). Medellín, fue la recepción generosa y creativa del Espíritu santo. Las CEBs son una nueva manera de vivir la Iglesia, un nuevo modo de ser sacerdotes, una nueva manera de ser obispo. Aquí hay una nueva manera de vivir la Iglesia, las CEBs que construyen la Iglesia de los pobres y una nueva manera de vivir los derechos humanos en sociedad a la luz del Reino.
Medellín es el supremo magisterio de la Iglesia de AL. La palabra primera es el Pueblo y la Iglesia renace del Pueblo por la fuerza del Espíritu. Expresión espiritual, los pobres son los rostros sufrientes de Cristo. Iglesia bautismal a favor de la liberación de los pobres. Es la historia perdida y recuperada de Jesús de Nazaret.
c). El invierno eclesial. En la práctica no queremos la participación de los laicos. Es la Iglesia de la neo-cristiandad, los textos conciliares sí, pero en la práctica no; es la desobediencia organizada. Queremos una jerarquía que lo controle todo y el centro sea el Vaticano. Ejemplo, en el funeral de Juan Pablo II fue todo un show… muy opuesto al entierro de Jesús. De ahí, los cambios en los nombramientos episcopales. López Trujillo fue el hombre más influyente en el Vaticano, con todo un grupo. Los nuncios visitaron las bibliotecas de los seminarios y pidieron que se quitara todos los libros de Medellín y Puebla y de toda la teología de la liberación. Por eso viene el Catecismo católico, que no se use lenguaje natural en asuntos sobrenaturales. Fue la curia aprobada por Juan Pablo II que sigue cerrándose a los cambios.
d)Benedicto XVI. En los años ’60, si se veía en los libros de eclesiología, la Iglesia es una monárquica absoluta. El Papa es el emperador y los obispos los reyes. Viene el Concilio y entonces se dice “la Iglesia es el Pueblo de Dios”. Benedicto XVI continúa la Iglesia de antes del Concilio (2000 obispos) es altamente conservador, pero introduce reformas. El secretario es más abierto que Sodano; el portavoz también. Esto se refleja en el seminario, no se interesan en los pobres. No quiere tanta presencia del Opus Dei; los legionarios de Cristo perdieron su espacio por los escándalos de su fundador.
e). Una Europa sin Iglesia. Millones de personas no se interesan más en la Iglesia,y Europa era la fuerza de la Iglesia; no dice ni hace nada significativo… O si dice y hace algo nadie la toma en cuenta. Una Iglesia misionera, que mandó muchas religiosas y muchas sacerdotes a AL
Nuevos caminos, Un nuevo Concilio o hay que esperar que venga una primavera eclesial.
América Latina.
d). Aparecida
No nos gusta muchas cosas de la curia vaticana conservadora, los nombramientos de obispos por ejemplo; Roma está muy bien informada de lo que pasa en todos los rincones de la Iglesia, con las nunciaturas.
AL es la gran reserva del catolicismo mundial. En Italia los seminarios están vacíos. África no presenta un desarrollo teológico, litúrgico y pastoral como en AL. Está el gran testimonio de los mártires.
Ha pasado un pontificado de 25 años. La mitad de los obispos son nuevos y vienen de seminarios contrarios a la TL, la IP y las CEBs. Nos llegó toda la artillería pesada del Vaticano. El documento de preparación fue muy controlado. Pero el modelo conservador no está eliminado y es mayoritario.
El discurso del Papa inaugura la conferencia, no hay línea, como en el caso de Puebla y Santo Domingo. El presidente es chileno. El grupo de teólogos de Amerindia fue autorizado por la secretaría a apoyar a los obispos.
En la reunión aparecen cosas muy interesante que se aprobaron en la Asamblea, a pesar de fuertes oposiciones y controles muy grandes:
. El método (19) ver, juzgar y actuar que es propio de AL.
. La opción por los pobres, con denuncias del sistema.
. El rostro de Cristo en los pobres: espiritualidad.
. Las CEBs son iglesia completa en la base, con la preparación de la Articulación
Continental de las CEBs.
. La diócesis está a imagen de la Trinidad. La parroquia es comunidad de
comunidades.
Se firma el documento (mayo de 2007), dándole un sí a Medellín. Fue una sorpresa para los de adentro y de afuera. El documento firmado es magisterio extraordinario… que fue modificado profundamente por el Vaticano en las partes favorables a Medellín también es cierto. “Sean sencillos como palomas y astutos como serpientes”.
e). Las CEBs son la fuerza de la Iglesia de América Latina.
Una mayoría clara aprobó a las CEBs en Aparecida, 70 a 50. Están confirmadas por el magisterio de la Iglesia, aprobado por el Vaticano a pesar de la censura. Es un signo del Espíritu. “Eso es un capital que se les quiere arrancar”.
Ellas se presentan como la gran alternativa para lo que necesita la Iglesia de AL para renovarla. El último documento de la CNBB sobre las CEBs está en un tono de apoyo, las CEBs son un aspecto muy positivo en la Iglesia.
Las CEBs son una expresión alternativa de sociedad, a través de los trabajos comunitarios, la economía solidaria, la participación democrática y la celebración creativa entre algunas de sus expresiones.
lunes, 20 de septiembre de 2010
lunes, 22 de marzo de 2010
Documento escrito por Mons. Romero sobre FE Y POLITICA

“La dimensión política de la fe desde la opción por los pobres”
Una experiencia eclesial en El Salvador, Centroamérica.
Mons. Oscar Arnulfo Romero
Experiencia y reflexión son temas que, de acuerdo con la amable sugerencia de la Universidad, tengo el honor de situar en el ciclo de conferencias que aquí se desarrolla sobre el sugestivo tema de la dimensión política de la fe cristiana. Desde luego, no pretendo decir, ni Vds. pueden esperar de mí, la palabra de un técnico en materia de política, ni tampoco la especulación con que un experto en teología relacionaría teóricamente la fe y la política.
Sencillamente voy a hablarles más bien como pastor, que, juntamente con su pueblo, ha ido aprendiendo la hermosa y dura verdad de que la fe cristiana no nos separa del mundo, sino que nos sumerge en él, de que la Iglesia no es un reducto separado de la ciudad, sino seguidora de aquel Jesús que vivió, trabajó, luchó y murió en medio de la ciudad, en la "polis".
En este sentido quisiera hablar sobre la dimensión política de la fe cristiana; en el sentido preciso de las repercusiones de la fe para el mundo y también de las repercusiones que la inserción en el mundo tiene para la fe.
Una Iglesia al servicio del mundo.
Debemos estar claros desde el principio de que la fe cristiana y la actuación de la Iglesia siempre han tenido repercusiones socio-políticas. Por acción o por omisión, por la connivencia con uno u otro grupo social los cristianos siempre han influido en la configuración socio-política del mundo en que viven. El problema es cómo debe ser el influjo en el mundo socio-político para que ese influjo sea verdaderamente según la fe.
Como primera idea, aunque todavía muy general, quiero avanzar la intuición del Concilio Vaticano II que está a la base de todo el movimiento eclesial en la actualidad. La esencia de la Iglesia está en su misión de servicio al mundo, en su misión de salvarlo en totalidad, y de salvarlo en la historia, aquí y ahora. La Iglesia está para solidarizarse con las esperanzas y gozos, con las angustias y tristezas de los hombres. La Iglesia es, como Jesús, para "evangelizar a los pobres y levantar a los oprimidos, para buscar y salvar lo que estaba perdido" (LG 8).
El mundo de los pobres
Todos Vds. conocen estas palabras del Concilio. Varios de sus obispos y teólogos ayudaron mucho en los años sesenta para presentar de esta forma la esencia y misión de la Iglesia. Mi aporte consistirá en poner carne concreta a esas hermosas declaraciones desde la propia situación de un pequeño país latinoamericano, típico de lo que hoy se llama el Tercer Mundo. Y para decirlo de una vez y en una palabra que resume y concretiza todo, el mundo al que debe servir la Iglesia es para nosotros el mundo de los pobres.
Nuestro mundo salvadoreño no es una abstracción, no es un caso más de lo que se entiende por "mundo" en países desarrollados como el de Vds. Es un mundo que en su inmensa mayoría esta formado por hombres y mujeres pobres y oprimidos. Y de ese mundo de los pobres decimos que es la clave para comprender la fe cristiana, la actuación de la Iglesia y la dimensión política de esa fe y de esa actuación eclesial. Los pobres son los que nos dicen qué es el mundo y cuál es el servicio eclesial al mundo. Los pobres son los que nos dicen qué es la "polis", la ciudad y qué significa para la Iglesia vivir realmente en el mundo.
Permítanme que desde los pobres de mi pueblo, a quienes represento, explique entonces brevemente la situación y actuación de nuestra Iglesia en el mundo en que vivimos, y reflexionar después desde la teología, sobre la importancia que ese mundo real, cultural y sociopolítico, tiene para la propia fe de la Iglesia.
1. Actuación de la Iglesia de la arquidiócesis de San Salvador.
En los últimos años nuestra Arquidiócesis ha ido tomando una dirección en su actuación pastoral que sólo se puede describir y comprender como una vuelta al mundo de los pobres y a su mundo real y concreto.
a) Encarnación en el mundo de los pobres.
Como en otros lugares de América Latina después de muchos años y quizás siglos han resonado entre nosotros las palabras del Éxodo:
"He oído el clamor de mi pueblo, he visto la opresión con que le oprimen" (Ex 3,9). Estas palabras de la Escritura nos han dado nuevos ojos para ver lo que siempre ha estado entre nosotros, pero tantas veces oculto, aun para la mirada de la misma Iglesia. Hemos aprendido a ver cuál es el hecho primordial de nuestro mundo y lo hemos juzgado como pastores en Medellín y Puebla. "Esa miseria, como hecho colectivo, es una injusticia que clama al cielo " (Medellín, Justicia, n. 1). Y en Puebla declaramos "como el más devastador y humillante flagelo, la situación de inhumana pobreza en que viven millones de latinoamericanos expresada por ejemplo en salarios de hambre, el desempleo y subempleo, desnutrición, mortalidad infantil, falta de vivienda adecuada, problemas de salud, inestabilidad laboral" (n. 29).
El constatar estas realidades y dejarnos impactar por ellas, lejos de apartarnos de nuestra fe, nos ha remitido al mundo de los pobres como a nuestro verdadero lugar, nos ha movido como primer paso fundamental a encarnarnos en el mundo de los pobres. En él hemos encontrado los rostros concretos de los pobres de que nos habla Puebla. (cfr. 31 -39). Ahí hemos encontrado a los campesinos sin tierra y sin trabajo estable, sin agua ni luz en sus pobres viviendas, sin asistencia médica cuando las madres dan a luz y sin escuelas cuando los niños empiezan a crecer. Ahí nos hemos encontrado con los obreros sin derechos laborales, despedidos de las fábricas cuando los reclaman y a merced de los fríos cálculos de la economía. Ahí nos hemos encontrado con madres y esposas de desaparecidos y presos políticos Ahí nos hemos encontrado con los habitantes de tugurios, cuya miseria supera toda imaginación y viviendo el insulto permanente de las mansiones cercanas.
En ese mundo sin rostro humano, sacramento actual del Siervo Sufriente de Yahvé, ha procurado encarnarse la Iglesia de mi Arquidiócesis. No digo esto con espíritu triunfalista, pues bien conozco lo mucho que todavía nos falta que avanzar en esa encarnación. Pero lo digo con inmenso gozo, pues hemos hecho el esfuerzo de no pasar de largo, de no dar un rodeo ante el herido en el camino sino de acercarnos a él como el buen samaritano.
Este acercamiento al mundo de los pobres es lo que entendemos a la vez como encarnación y como conversión. Los necesarios cambios al interior de la Iglesia, en la pastoral, en la educación, en la vida religiosa y sacerdotal, en los movimientos laicales, que no habíamos logrado al mirar sólo el interior de la Iglesia, lo estamos consiguiendo ahora al volvernos al mundo de los pobres.
b) El anuncio de la Buena Nueva a los pobres
Este encuentro con los pobres nos ha hecho nos ha hecho recobrar la verdad central del evangelio con que la palabra de Dios nos urge a conversión.
La Iglesia tiene una buena nueva que anunciar a los pobres. Aquellos que secularmente han escuchado malas noticias y han vivido peores realidades, están escuchando ahora a través de la Iglesia la palabra de Jesús: "El reino de Dios se acerca", "dichosos ustedes los pobres porque de ustedes es el reino de Dios". Y desde allí tiene también una Buena Nueva que anunciar a los ricos, que se conviertan al pobre para compartir con él los Bienes del Reino. Para quien conozca nuestro continente latinoamericano será muy claro que no hay ingenuidad en estas palabras ni menos aún opio adormecedor. Lo que hay en estas palabras es la coincidencia del anhelo de liberación de nuestro continente y la oferta del amor de Dios a los pobres. Es la esperanza que ofrece la Iglesia y que coincide con la esperanza a veces adormecida y tantas veces manipulada y frustrada, de los pobres del continente.
Es una verdad en nuestro pueblo que los pobres vean hoy en la Iglesia una fuente de esperanza y un apoyo a su noble lucha de liberación. La esperanza que fomenta la Iglesia no es ingenua ni pasiva. Es más bien un llamado desde la palabra de Dios a la propia responsabilidad de las mayorías pobres, a su concientización, a su organización en un país en que, unas veces con más intensidad que otras, está legal o prácticamente prohibida. Y es un respaldo, a veces también crítico, a sus justas causas y reivindicaciones.
La esperanza que predicamos a los pobres es para devolverles su dignidad y para animarles a que ellos mismos sean autores do su propio destino. En una palabra, la Iglesia no sólo se ha vuelto hacia el pobre sino que hace de él el destinatario privilegiado de su misión porque como dice Puebla "Dios toma su defensa y los ama (n. 1142).
c) Compromiso en la defensa de los pobres.
La Iglesia no sólo se ha encarnado en el mundo de los pobres y les da una esperanza, sino que se ha comprometido firmemente en su defensa. Las mayorías pobres de nuestro país son oprimidas y reprimidas cotidianamente por las estructuras económicas y políticas de nuestro país. Entre nosotros siguen siendo verdad las terribles palabras de los profetas de Israel. Existen entre nosotros los que venden el justo por dinero y al pobre por un par de sandalias; los que amontonan violencia y despojo en sus palacios; los que aplastan a los pobres; los que hacen que se acerque un reino de violencia, acostados en camas de marfil; los que juntan casa con casa y anexionan campo a campo hasta ocupar todo el sitio y quedarse solos en el país.
Estos textos de los profetas Amós e Isaías no son voces lejanas de hace muchos siglos, no son sólo textos que leemos reverentemente en la liturgia. Son realidades cotidianas, cuya crueldad e intensidad vivimos a diario. La vivimos cuando llegan a nosotros madres y esposas de capturados y desaparecidos, cuando aparecen cadáveres desfigurados en cementerios clandestinos, cuando son asesinados aquellos que luchan por la justicia y por la paz. En nuestra Arquidiócesis vivimos a diario lo que denunció vigorosamente Puebla: "Angustias por la represión sistemática o selectiva, acompañada de delación, violación de la privacidad, apremios desproporcionados, torturas, exilios. Angustias de tantas familias por la desaparición de sus seres queridos de quienes no pueden tener noticia alguna. Inseguridad total por detenciones sin órdenes judiciales. Angustias ante un ejercicio de la justicia sometida o atada"(n. 42).
En esta situación conflictiva y antagónica, en que unos pocos controlan el poder económico y político la Iglesia se ha puesto del lado de los pobres y ha asumido su defensa. No puede ser de otra manera, pues recuerda a aquel Jesús que se compadecía de las muchedumbres. Por defender al pobre ha entrado en grave conflicto con los poderosos de las oligarquías económicas y los poderes políticos y militares del estado.
d) Perseguida por servir a los pobres.
Esta defensa de los pobres en un mundo seriamente conflictivo ha ocasionado algo nuevo en la historia reciente de nuestra Iglesia: la persecución. Vds. conocerán los datos más importantes. En menos de tres años más de cincuenta sacerdotes han sido atacados, amenazados y calumniados. Seis de ellos son mártires, muriendo asesinados; varios han sido torturados y otros expulsados. También las religiosas han sido objeto de persecución. La emisora del Arzobispado, instituciones educativas católicas y de inspiración cristiana ha sido constantemente atacadas, amenazadas intimidadas con bombas. Varios conventos parroquiales han sido cateados.
Si esto se ha hecho con los representantes más visibles de la Iglesia comprenderán ustedes lo que ha ocurrido al pueblo sencillo cristiano, a los campesinos, sus catequistas delegados de la palabra, a las comunidades eclesiales de base. Ahí los amenazados, capturados, torturados y asesinados se cuentan por centenares y miles. Como siempre también en la persecución ha sido el pueblo pobre cristiano el más perseguido.
Es, pues, un hecho claro que nuestra Iglesia ha sido perseguida en los tres últimos años. Pero lo más importante es observar por qué ha sido perseguida. No se ha perseguido cualquier sacerdote ni atacado a cualquier institución. Se ha perseguido y atacado aquella parte de la Iglesia que se ha puesto de lado del pueblo pobre y ha salido en su defensa. Y de nuevo encontramos aquí la clave para comprender la persecución a la Iglesia: los pobres. De nuevo son los pobres lo que nos hacen comprender lo que realmente ha ocurrido. Y por ello la Iglesia ha entendido la persecución desde los pobres. La persecución ha sido ocasionada por la defensa de los pobres y no es otra cosa que cargar con el destino de los pobres.
La verdadera persecución se ha dirigido al pueblo pobre, que es hoy el cuerpo de Cristo en la historia. Ellos son el pueblo crucificado, como Jesús, el pueblo perseguido como el Siervo de Yahvé. Ellos son los que completan en su cuerpo lo que falta a la pasión de Cristo. Y por esa razón, cuando la Iglesia se ha organizado y unificado recogiendo las esperanzas y las angustias de los pobres, ha corrido la misma suerte de Jesús y de los pobres: la persecución.
e) Esta es la dimensión política de la fe.
Esta es en breves rasgos la situación y actuación de la Iglesia en El Salvador. La dimensión política de la fe no es otra cosa que la respuesta de la Iglesia a las exigencias del mundo real socio-político en que vive la Iglesia. Lo que hemos redescubierto es que esa exigencia es primaria para la fe y que la Iglesia no puede desentenderse de ella. No se trate de que la Iglesia se considere a sí misma como institución política que entra en competencia con otras instancias políticas, ni que posea unos mecanismos políticos propios; ni mucho menos se trata de que nuestra Iglesia desee un liderazgo político. Se trata de algo más profundo y evangélico; se trata de la verdadera opción por los pobres, de encarnarse en su mundo, de anunciarles una buena noticia, de darles una esperanza, de animarles a una praxis liberadora, de defender su causa y de participar en su destino. Esta opción de la Iglesia por los pobres es la que explica la dimensión política de su fe en sus raíces y rasgos más fundamentales. Porque ha optado por los pobres reales y no ficticios, porque ha optado por los realmente oprimidos y reprimidos, la Iglesia vive en el mundo de lo político y se realiza como Iglesia también a través de lo político. No puede ser de otra manera si es que, como Jesús, se dirige a los pobres...
2. Historización de la fe desde el mundo de los pobres.
La actuación descrita de la Arquidiócesis ha partido claramente de la convicción de fe. La trascendencia del evangelio nos ha guiado en nuestro juicio y actuación. Desde la fe hemos juzgado de las situaciones sociales y políticas. Pero por otra parte es también verdad que precisamente en ese proceso de tomar postura ante la realidad socio-política tal cual es, la misma fe se ha ido profundizando, el mismo evangelio ha ido mostrando su riqueza. Sólo quisiera hacer ahora unas breves reflexiones sobre algunos puntos fundamentales de la fe que se han visto enriquecidos por esta encarnación real en el mundo socio-político.
a) Conciencia más clara del pecado.
En primer lugar ahora sabemos mejor lo que es el pecado. Sabemos que la ofensa a Dios es la muerte del hombre. Sabemos que el pecado es verdaderamente mortal; pero no sólo por la muerte interna de quien lo comete, sino por la muerte real y objetiva que produce. Recordamos de esa forma el dato profundo de nuestra fe cristiana. Pecado es aquello que dio muerte al Hijo de Dios, y pecado sigue siendo aquello que da muerte a los hijos de Dios.
Esa fundamental verdad de la fe cristiana la vemos a diario en las situaciones de nuestro país. No se puede ofender a Dios sin ofender al hermano. Y la peor ofensa a Dios, el peor de los secularismos es, como ha dicho uno de nuestros teólogos: " el convertir a los hijos de Dios, a los templos del Espíritu Santo, al Cuerpo histórico de Cristo en víctimas de la opresión y de la injusticia, en esclavos de apetencias económicas, en piltrafas de la represión política; el peor de los secularismos es la negación de la gracia por el pecado, es la objetivización de este mundo como presencia operante de los poderes del mal, como presencia visible de la negación de Dios". (P. Ellacuría, Eca n. 353, p. 123).
No es por ello pura rutina que repitamos una vez mis la existencia de estructuras de pecado en nuestro país. Son pecado porque producen los frutos del pecado: la muerte de los salvadoreños, la muerte rápida de la represión o la muerte lenta, pero no menos real, de la opresión estructural. Por ello hemos denunciado la idolatrización que se hace en nuestro país de la riqueza, de la propiedad privada absolutizada en el sistema capitalista, del poder político en los regímenes de seguridad nacional en cuyo nombre se institucionaliza la inseguridad de los individuos (IV Carta Pastoral, nn. 43 - 48).
Por trágico que parezca, la Iglesia ha aprendido en su inserción en el mundo real socio-político a conocer y profundizar en la esencia del pecado. En ese mundo se desvela la más profunda esencia del pecado como la muerte de los salvadoreños.
b) Mayor claridad sobre la encarnación y la redención.
En segundo lugar sabemos ahora mejor qué significa la encarnación, qué significa que y Jesús tomó carne realmente humana y que se hizo solidario de sus hermanos en el sufrimiento, en los llantos y quejidos, en la entrega. Sabemos que no se trata directamente de una encarnación universal, que es imposible, sino de una encarnación preferencial y parcial; una encarnación en el mundo de los pobres. Desde ellos podrá la Iglesia ser para todos, podrá también prestar un servicio a los poderosos a través de una pastoral de conversión; pero no a la inversa, como tantas veces ha ocurrido.
El mundo de los pobres con características sociales y políticas bien concretas, nos enseña dónde debe encarnarse la Iglesia para evitar la falsa universalización que termina siempre en connivencia con los poderosos. El mundo de los pobres nos enseña cómo ha de ser el amor cristiano, que busca ciertamente la paz, pero desenmascara el falso pacifismo, la resignación y la inactividad; que debe ser ciertamente gratuito pero debe buscar la eficacia histórica. El mundo de los pobres nos enseña que la sublimidad del amor cristiano debe pasar por la imperante necesidad de la justicia para las mayorías y no debe rehuir la lucha honrada. El mundo de los pobres nos enseña que la liberación llegará no sólo cuando los pobres sean puros destinatarios de los beneficios de gobiernos o de la misma Iglesia, sino actores y protagonistas ellos mismos de su lucha y de su liberación desenmascarando así la raíz última de falsos paternalismos aun eclesiales.
Y también el mundo real de los pobres nos enseña de qué se trata en la esperanza cristiana. La Iglesia predica el nuevo cielo y la nueva tierra; sabe además que ninguna configuración socio-política se puede intercambiar con la plenitud final que Dios concede. Pero ha aprendido también que la esperanza trascendente debe mantenerse con los signos de esperanza histórica, aunque sean signos aparentemente tan sencillos como los que proclama el tercer Isaías cuando dice que "construirán su casa y que la habitarán, plantarán viñas y comerán de sus frutos" (Is 65, 21). Que en esto haya una auténtica esperanza cristiana, que no se esté rebajando la esperanza a lo temporal y humano, como se dice a veces despreciativamente, se aprende en el contacto cotidiano de quienes no tienen casa ni viña, de quienes construyeron para que otros habiten y trabajan para que otros coman los frutos.
c) Fe más profunda en Dios y en su Cristo.
En tercer lugar la encarnación en lo socio político es el lugar de profundizar en la fe en Dios y su Cristo. Creemos en Jesús que vino a traer vida en plenitud y creemos en un Dios viviente que da vida a los hombres y quiere que los hombres vivan en verdad. Estas radicales verdades de la fe se hacen realmente verdades y verdades radicales cuando la Iglesia se inserta en medio de la vida y de la muerte de su pueblo. Ahí se le presenta a la Iglesia, como a todo hombre, la opción más fundamental para su fe: estar en favor de la vida o de la muerte. Con gran claridad vemos que en esto no hay posible neutralidad. 0 servimos a la vida de los salvadoreños o somos cómplices de su muerte. Y aquí se da la mediación histórica de lo más fundamental de la fe: o creemos en un Dios de vida o servimos a los falsos de la muerte.
En nombre de Jesús queremos y trabajamos naturalmente para una vida en plenitud que no se agota en la satisfacción de las necesidades materiales primarias ni se reduce al ámbito de lo socio-político. Sabemos muy bien que la plenitud de vida se realiza históricamente en el honrado servicio a ese reino y en la entrega total al Padre. Pero vemos con igual claridad que en nombre de Jesús sería una pura ilusión, una ironía y, en el fondo, la más profunda blasfemia, olvidar e ignorar los niveles primarios de la vida, la vida que comienza con el pan, el techo, el trabajo.
Creemos con el apóstol Juan que Jesús es "la palabra de la Vida". (1 Jn 1,1) y que donde hay Vida ahí se manifiesta Dios. Donde el pobre comienza a vivir, donde el pobre comienza a liberarse, donde los hombres son capaces de sentarse alrededor de una mesa común para compartir, allí está el Dios de vida. Por ello cuando la Iglesia se inserta en el mundo socio-político para cooperar a que de él surja vida para los pobres no está alejándose de su misión ni haciendo algo subsidiario, sino que está dando testimonio de su fe en Dios, está siendo instrumento del Espíritu, Señor y dador de vida.
Esta fe en el Dios es lo que explica lo más profundo del misterio cristiano. Para dar vida a los pobres hay que dar de la propia vida y aún la propia vida. La mayor muestra de la fe en un Dios de vida es el testimonio de quien está dispuesto a dar su vida. "Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por el hermano" (Jn 15,13). Y esto es lo que vemos a diario en nuestro país.
Muchos salvadoreños y muchos cristianos están dispuestos a dar su vida para que haya vida para los pobres. Ahí están siguiendo a Jesús y mostrando su fe en él. Insertos como Jesús en el mundo real, amenazados y acusados como él, dando la vida como él están testimoniando la Palabra de la Vida.
Nuestra historia es, pues, antigua. Es la historia de Jesús que intentamos proseguir modestamente. Como Iglesia no somos expertos en política ni queremos manejar la política desde sus mecanismos propios. Pero la inserción en el mundo socio-político, en el mundo en que se juega la vida y la muerte de las mayorías, es necesaria y urgente para que podamos mantener de verdad y no sólo de palabra la fe en un Dios de vida y el seguimiento de Jesús.
Conclusión: Opción por los pobres: orientación de nuestra fe en medio de la política.
Para terminar quisiera resumir lo central de lo expuesto hasta ahora. En la vida eclesial de nuestra Arquidiócesis la dimensión política de la fe, o si se quiere, la relación ente fe y política, no se ha ido descubriendo a partir de reflexiones puramente teóricas y previas a la misma vida eclesial. Naturalmente que tales reflexiones son importantes, pero no decisivas. Estas reflexiones se hacen importantes y decisivas cuando recogen de verdad la vida real de la Iglesia. Hoy, el honor de expresar en este ambiente universitario mi experiencia pastoral me ha obligado a hacer esta reflexión teológica. La dimensión política de la fe se descubre y se la descubre correctamente más bien en una práctica concreta al servicio de los pobres. En esa práctica se descubre su mutua relación y su diferenciación. La fe es la que impulsa en un primer momento a encarnarse en el mundo socio-político de los pobres y a animar los procesos liberadores, que son también socio-políticos. Y esa encarnación y esa praxis a su vez concretizan los elementos fundamentales de la fe.
En lo que hemos expuesto aquí hemos delineado sólo los grandes rasgos de ese doble movimiento. Quedan naturalmente muchos temas por tratar. Se podría haber hablado de la relación de la fe con las ideologías políticas, en concreto con el marxismo. Se podría haber mencionado el tema candente entre nosotros de la violencia y su legitimidad. Esos tomas son objeto constante de reflexión ente nosotros, y los enfrentamos en la medida en que se van haciendo problemas reales, y aprendemos a dar una solución dentro del mismo proceso.
En el breve tiempo que me ha tocado estar dirigiendo la Arquidiócesis han pasado ya cuatro gobiernos diferentes con diversos proyectos políticos. También las otras fuerzas políticas, revolucionarias y democráticas han crecido y evolucionado en estos años. La Iglesia por lo tanto ha tenido que ir juzgando de lo político desde dentro de un proceso cambiante. En el momento actual el panorama es ambiguo, pues por una parte están fracasando todos los proyectos provenientes del Gobierno mientras que está creciendo la posibilidad de una liberación popular.
Pero en lugar de detallarles todos los vaivenes de la política en mi país he preferido explicarles las raíces profundas de la actuación de la Iglesia en este mundo explosivo de lo socio-político. Y he pretendido esclarecerles el último criterio, que es teológico e histórico, para la actuación de la Iglesia en este campo: el mundo de los pobres. Según les vaya a ellos, al pueblo pobre, la Iglesia irá apoyando desde su especificidad uno u otro proyecto político.
Creemos que ésta es la forma de mantener la identidad y la misma trascendencia de la Iglesia. Insertarnos en el proceso socio-político real de nuestro pueblo, juzgar de él desde el pueblo pobre e impulsar todos los movimientos de liberación que conduzcan realmente a la justicia de las mayorías y a la paz para las mayorías. Y creemos que ésta es la forma de mantener la trascendencia e identidad de la Iglesia porque de esta forma mantenemos la fe en Dios.
Los antiguos cristianos decían: "Gloria Dei, vivens homo", (la gloria de Dios es el hombre que viva). Nosotros podríamos concretar esto diciendo: "Gloria Dei, vivens pauper". (La gloria de Dios es el pobre que viva). Creemos que desde la trascendencia del evangelio podemos juzgar en qué consiste en verdad la vida de los pobres; y creemos también que poniéndose del lado del pobre e intentando darle vida sabremos en qué consiste, la eterna verdad del evangelio.
lunes, 15 de marzo de 2010
FRASE DE MONS. ROMERO
¡Qué hermoso será el día en que una sociedad nueva, en vez de almacenar y guardar egoístamente, se reparta, se comparta y se divida, y se alegren todos, porque todos nos sentimos hijos del mismo Dios!
Mons. Romero
27 de enero de 1980
Mons. Romero
27 de enero de 1980
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